25 años de una norma que cambió para siempre la seguridad en las obras

La arquitectura técnica celebra estos días un aniversario muy especial: los 25 años de entrada en vigor del Real Decreto 1627/1997, una norma de vital importancia para la seguridad y salud de los trabajadores en las obras de construcción que ha deparado, a lo largo de este cuarto de siglo último, una reducción muy notable de los índices de siniestralidad en el sector.

El Real Decreto fue fruto de la transposición de la Directiva Europea 92/57/CEE, que regulaba las obligaciones en materia de prevención de los distintos agentes intervinientes en una obra de construcción y establecía los requisitos mínimos que debía cumplir una obra en cuanto a medidas de seguridad y salud. 

La nueva normativa española introdujo, además, novedades muy significativas, como la figura del coordinador de Seguridad y Salud y la obligatoriedad de elaborar un estudio sobre esta materia, que acompañaría a los proyectos de ejecución. El Real Decreto también ordenaba la necesidad de incluir un plan de Seguridad y Salud, redactado por el contratista, que desarrollara y ampliara el mencionado estudio.

La plena eficacia de la norma, su integración en todos los niveles y empresas del sector, así como en los propios técnicos directores de obra y coordinadores de Seguridad y Salud no fue inmediata. Sus efectos transformadores requirieron de una intensa labor de difusión y formación de los agentes, integración en las estructuras preventivas de las empresas y de seguimiento e inspección por parte de las administraciones competentes.

En este sentido, los colegios profesionales hemos sido verdaderos protagonistas a lo largo del tiempo en la implementación, comunicación y docencia de aquel Real Decreto. Los arquitectos técnicos del Colegio de Madrid asumieron mucho antes que otros profesionales del sector las labores y responsabilidades de la nueva figura del coordinador de Seguridad y Salud en fase de proyecto y de ejecución. La nueva normativa motivó que los servicios colegiales y nuestra mutua profesional se reforzaran para asesorar, formar y defender a los técnicos en esta novedosa tarea.

Veinticinco años después debemos valorar muy positivamente el impacto de la norma en aquel escenario que la construcción presentaba en 1997. Hoy en día la prevención y la gestión de la seguridad en las obras de edificación ha evolucionado a unos niveles equiparables a los estándares europeos. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer y, sobre todo, existe una necesidad de reevaluar los aspectos organizativos y preventivos que se han venido desarrollando en estos 25 años. Hoy, incluso, podría plantearse incluso una revisión de dicho marco legal para seguir avanzando en la mejora de las condiciones de seguridad dentro del sector de la construcción

La seguridad en la construcción tiene antes ciertos desafíos por resolver. Entre ellos, podríamos mencionar la efectiva implantación de la seguridad en fase de diseño, la dualidad de documentos preventivos (Estudio/Estudio Básico y Plan(es) de Seguridad), la complejidad organizativa de las obras sin proyecto dentro de un marco legal “diseñado” para obras con proyecto, la aparición e implantación de nuevas tecnologías dentro del sector, la aparición y encaje de nuevas figuras o roles dentro del esquema organizativo y preventivo de la obra (gestión de construcción, gestión de proyectos, contratación por lotes, UTE(s), BIM, etc.) así como la evolución de los procesos constructivos y nuevos métodos de trabajo, como la industrialización.

El Colegio seguirá promocionando todo tipo de iniciativas y actividades para seguir mejorando las condiciones de seguridad dentro del sector de la construcción.

Os invitamos a que nos hagáis llegar vuestras reflexiones, comentarios y aportaciones sobre lo que consideráis que se debería mejorar, revisar o poner en marcha sobre el actual marco legal que cumple 25 años de vida.